Lo primero es lo primero

Ken Garland publicó en 1964 un manifiesto titulado «First things first» , que se puede traducir como «lo primero es lo primero».

La acción tuvo su polémica, se publicó en The Guardian y fue invitado a la BBC TV a manifestarse. Entre los que firmaron esta declaración se encuentran nombres muy interesantes como Erik Spiekermann y Tibor Kalman. En el año 2000, AdBusters publicó una versión actualizada del manifiesto, más acorde a la realidad contemporánea de los diseñadores, comunicólogos y demás personas que trabajan en el medio de la publicidad.

Aquí está la traducción del manifiesto original de Ken Garland:

First things first, 1964
un manifesto

Nosotros, los que firmamos, somos diseñadores gráficos, fotógrafos y estudiantes criados en un mundo en el que las técnicas y aparatos de publicidad se nos han presentado continuamente como la manera más lucrativa, efectiva y deseable de usar nuestros talento. Se nos ha bombardeado con publicaciones devotas a esta creencia, aplaudiendo el trabajo de aquellos que han flagelado su habilidad e imaginación para vender cosas como: comida para gatos, polvos para el estómago, detergente, productos para la caída del pelo, pasta de dientes multicolor, loción para después del afeitado, loción para antes del afeitado, dietas para bajar de peso, dietas para subir de peso, desodorantes, agua con gas, cigarrillos, roll-ons, pull-ons y slip-ons.

El esfuerzo más grande de aquellos que trabajan en la industria de la publicidad se desperdicia en estos propósitos triviales, los cuales contribuyen poco o nada a nuestra prosperidad nacional.

En común con el número creciente del público general, hemos alcanzado un punto de saturación donde el grito agudo de la venta al consumidor no es más que ruido. Creemos que hay cosas más importantes en las cuales podemos utilizar nuestra habilidad y experiencia. Existe señalización para las calles y edificios, libros y periódicos, catálogos, manuales de instrucciones, fotografía industrial, material educativo, películas, documentales televisivos, publicaciones científicas e industriales y todos los otros medios a través de los cuales podemos promover nuestro oficio, nuestra educación, nuestra cultura y nuestra conciencia del mundo.

No estamos a favor de la abolición de la publicidad de alta presión: esto no es posible. Tampoco queremos quitarle la diversión a la vida. Pero proponemos una reversión de las prioridades a favor de formas más útiles y perdurables de la comunicación. Esperamos que nuestra sociedad se canse de vendedores pretenciosos y persuasivos, y que el requerimiento de nuestras habilidades sea para propósitos que valgan la pena. Con esto en mente proponemos compartir nuestra experiencia y opiniones, proporcionándolas a colegas, estudiantes y a otros a los que les pueda interesar.

Firmado:

Edward Wright, Geoffrey White, William Slack, Caroline Rawlence, Ian McLaren, Sam Lambert, Ivor Kamlish, Gerald Jones, Bernard Higton, Brian Grimbly, John Garner, Ken Garland, Anthony Froshaug, Robin Fior, Germano Facetti, Ivan Dodd, Harriet Crowder, Anthony Clift, Gerry Cinamon, Robert Chapman, Ray Carpenter y Ken Briggs.

Aunque son otras circunstancias espacio temporales suscribimos, modestamente, este manifiesto al considerarlo de rabiosa actualidad… es de hace 50 años y seguimos con las disquisiciones entre lo legal y lo ético.

Como alguien dijo: «Aunque todo cambió, nada dejó de ser lo mismo».